4.10.10

IV.

Sobre la costa barrida,
a primera hora, la mortaja.
El pastizal oculta el resto.
Se supo a mediodía, era el cadáver.
Sé el nombre.

La sensación del ahogo se expande,
tibia y pareciendo vital,
engañando al ahogado.

El fondo enturbia, revuelve;
el barro lo cubre con su ritmo de olas pesadas,
se arrastra, naturalmente.
A mediodía el aire lo cubre entero, al final.

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